Las cuentas detrás del suspendido cierre de embajadas
El fuerte cuestionamiento que generó la decisión de salir de cinco países para reenfocar los recursos en China e India obligó al gobierno a poner en pausa la medida.
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Solo se anunció. No hubo discusiones ni consultas. El viernes 5 de junio la Cancillería informó el cierre de las embajadas en Argelia, Dinamarca, Grecia, Rumania y Siria. Los representantes chilenos en esos destinos debían terminar sus actividades antes de fin de año. De acuerdo con la información entregada por el Canciller Teodoro Ribera, con ello, el Estado ahorraría al Estado entre $ 3 mil a $ 4 mil millones anuales, recursos que serían redestinados a fortalecer las relaciones en Asia Pacífico e India. Sin embargo, luego de una ola de críticas, anunció que la medida sería revisada.
Las columnas y cartas al director sobre el tema se volvieron frecuentes; dos integrantes del Consejo de Política Exterior de la Cancillería, Gloria de la Fuente y Cristián Barros, renunciaron al foro en señal de protesta; mientras que el directorio de los diplomáticos de carrera -Adica- terminó de dividirse por este asunto. “El problema es mucho mayor que la inquietud expresada por los diplomáticos. La decisión ha generado un rechazo casi unánime. Basta leer los editoriales y las declaraciones de los expertos, la colonia siria, diplomáticos retirados, y la mayoría de los exCancilleres”, comenta el exCanciller Heraldo Muñoz.
Actualmente Chile tiene 74 embajadas. De ellas, 25 están en Europa, 23 en América y el Caribe, 10 en Asia, 7 en Medio Oriente, 7 en África y 2 en Oceanía. Ribera dice que “la modernidad genera resistencia e incomprensión, como cada vez que las personas se enfrentan a un cambio disruptivo, pero necesario. Hay una verdad indiscutible de fondo: la diplomacia debe modernizarse”.
El 30 de junio durante una sesión de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados el Canciller afirmó que dará un paso atrás. En la instancia recalcó la necesidad de fortalecer la presencia de Chile en India y China y reforzar la Misión en Bruselas y el Consulado General en Sao Paulo.
Además, indicó que el acuerdo de que hay que potenciar esas representaciones es transversal, pero que no ha habido consenso respecto de cómo abordarlo. “Es conveniente tomarse un tiempo para duplicar nuestros esfuerzos por explicar en detalle las alternativas que existen para abordar estos cambios”, dijo Ribera en la sesión.
La nueva idea es discutir la forma de redestinar recursos para llegar a un acuerdo de có-mo abrir nuevas embajadas y consulados, sin necesariamente cerrar las cinco en cuestión.
La casa en Dinamarca
En Adica, el gremio que reúne a los diplomáticos, las diferencias de opiniones sobre el tema gatillaron incluso declaraciones por separado. Soledad Morales y Juan Pedro Sepúlveda, dos de los directores, afirman que “estimamos necesario sugerir a la autoridad la reconsideración y/o reevaluación de la decisión”.
No obstante, otro de los directores, Ricardo Ortiz, comenta que “no tenemos un pronunciamiento como Adica”.
El exSubsecretario de Relaciones Exteriores y hoy profesor de derecho de la Universidad Central, Edgardo Riveros, advierte que el cierre de embajadas podría interferir negativamente en las conversaciones para la modernización del Acuerdo de Asociación que Chile tiene con la Unión Europea desde 2002.
Según datos del Ministerio de RREE, el país gasta US$ 51.801 mensuales en arriendos de las cinco embajadas entre oficinas y residencias. En Argelia son USS 21 mil, en Dinamarca USS 6.750, Grecia US$ 7.151, Rumania US$ 10.912 y Siria US$ 6 mil. Algunos de estos contratos caducan en 2022, pero otros incluso en 2028. Pero esto es en el caso de arriendos. En Dinamarca hay una propiedad que costó cerca de 10 millones de euros. Según el Canciller, “es una importante propiedad, muy bien ubicada, pero no hay nada resuelto al respecto”.
Según el ministro, la noticia sobre la reorganización se filtró cuando el proceso aún no estaba finiquitado. “Lo que se analiza es abrir misiones, consulados, misiones científicas o comerciales en China, Asia, India, etc. y para ello se evalúa desplazar recursos. Es importante aclarar que todavía no se ha procedido a abrir ni cerrar ninguna embajada”.
El Ministerio de RREE dice ver un creciente consenso. “No es posible abrir nuevas misiones, sin racionalizar otras por temas de recursos. De ahí la importancia de los estudios que nos muestran opciones para materializar estos proyectos, que son relevantes para el país y respecto de los cuales hemos visto un creciente consenso”, comenta Ribera.
De acuerdo a Manuel José Ossandón (RN), senador y miembro de la comisión de RREE, la decisión se debe a un cambio de estrategia, pero Jorge Pizarro (DC), de la misma comisión encuentra preocupante salir de Siria. El diputado Issa Kort (UDI), miembro de la comisión de RREE, está a favor del cierre. Indica que “la política exterior chilena debe tener un carácter dinámico, estratégico y eficiente, por lo que respaldo la decisión de fon-do, entendiendo que Chile debe fijar sus representaciones en lugares estratégicos de acuerdo al tiempo”.